Viajero, así impacta imprimir tu billete electrónico

Más Smartphone y menos papel
03/2017
Viajero, así impacta imprimir tu billete electrónico

Como usuarios habituales de Renfe, en uno de nuestros trayectos de vuelta a Madrid nos llamó la atención la cantidad de personas que viajan, aún, con los billetes impresos. Para acceder al tren nosotros preferimos usar la aplicación o descargarnos el “código QR” desde la comodidad de nuestro Smartphone, sin tener que preocuparnos por imprimir o por si perdemos el papel, aunque esto no es la norma para la mayoría, al menos todavía.

Infografía impacto de la impresión de billetes en papel

El viajero no confía en su Smartphone


Después de ahondar un poco sobre el tema, descubrimos el motivo por los que algunos usuarios prefieren llevar el billete impreso: mayor tranquilidad. Muchos no confían en sus dispositivos móviles y prefieren tenerlo en su forma física. Comentan que así evitan preocuparse por si el móvil se queda sin batería, algo muy común sobre todo si el tren sale a última hora del día y han pasado la jornada fuera de casa. Incluso algunos de los que usan el billete electrónico sacan una copia en papel. El motivo sería la seguridad de saber que tienen un plan B: usan el ticket en digital y llevan guardado el impreso para algún imprevisto.

Hemos estimado que hoy en día un 50% de los usuarios de Renfe elige llevar el billete impreso. Partiendo de este hecho, hemos preparado una infografía, en la que visualizamos el impacto que esta pequeña decisión individual supone en un año.

Más de 30 millones de folios al año


Partimos del siguiente dato: Renfe en el pasado año 2016 registró 32,5 Millones de viajeros en AVE y Larga distancia. Si de ellos un 50% llevó el papel impreso, estamos hablando de 16,5 Millones de personas. Calculamos que se utilizan 2 hojas A4 por viaje y por pasajero en trayectos de ida y vuelta. Con estos datos, nos da como resultado 32,5 Millones de folios de papel al año impresos, que por desgracia no suelen tener una segunda vida y rara vez se reciclan.

Para comprender la magnitud de semejante cifra, lo mejor es buscar una imagen que lo represente. Una vez hemos obtenido este dato nos damos cuenta que colocando un folio de papel A4 detrás del otro horizontalmente, alcanzaríamos una distancia de 9.425km. ¡Llegaríamos a cubrir un poco más de la distancia que separa Madrid de Los Ángeles! Puedes hacer la cuenta: 32,5 Millones de folios de 21,9 cm de largo cada uno son 9.425km con hojas de papel aproximadamente. La distancia real entre ambas ciudades es de 9.362,42km.

Otra manera de representar semejante cantidad de folios es el volumen que ocupan. Estamos hablando de 32,5 Millones de folios con una medida standard A4 de 80g. Empaquetados, tendríamos 65.000 paquetes de 500 folios, que según nuestros cálculos ocuparían 230 furgonetas tipo estándar, de 5m3 de capacidad cada una.

Y no es el único dato que sorprende, ya que al gasto energético y de recursos naturales que supone generar esta cantidad de papel, hay que sumarle la huella de CO2 que resulta del transporte y manipulación de estas cajas de papel.


Más Smartphone y menos papel


Por todo esto y mucho más, desde Lantern queremos concienciar de la gravedad que para nuestro entorno supone el uso del papel en acciones cotidianas. Fomentar el uso del Smartphone para sustituir la impresión de papel es más fácil de lo que parece. Por un lado, incidiendo en los beneficios que redundan en el cuidado del planeta. Con pequeños gestos, ya sea en billetes de avión, tren, barco, o tickets de compra que se puedan utilizar la forma digital, estaremos contribuyendo a reducir nuestros residuos. Y al mismo tiempo a no malgastar los recursos, cada vez más escasos, que quedan en nuestro planeta.

Quedaría superar la barrera que supone la desconfianza en la tecnología, tanto en los dispositivos como en las aplicaciones y servicios online. Por su parte, las empresas de transportes mejoran sus aplicaciones de venta de billetes, facilitan el embarque con ticket electrónico y proporcionan puntos de carga para el móvil en las zonas comunes. Entre los usuarios ya es habitual disponer de cargadores auxiliares para no quedarte sin batería en el momento más inoportuno. Todo suma.