Lush es una marca británica de cosméticos mundialmente conocida. Lo que no es tan conocido es uno de los atributos más importantes de su propuesta de valor: la frescura. De aquí surge una idea innovadora en el mercado de los cosméticos, un mercado totalmente mecanizado, lleno de procesos y en el que priman los sucedáneos y productos derivados. Lush trata de romperlo lanzando Lush Kitchen.
Se trata de una cocina en la que se elaboran pequeños lotes de cosméticos hechos a mano con productos frescos para comprar online. Todos los días el menú cambia. Diariamente se ponen a la venta nuevos productos (entre 35 y 400 lotes), que estarán disponibles 7 días, si no se han acabado las existencias antes, claro está.
Lush ha creado este concepto para acercarse al consumidor, co-crear con él en el desarrollo de nuevos productos y diseñar una experiencia de cliente diferente respecto a otras marcas del sector.
Muchas personas son reacias a blanquear la ropa o limpiarla en seco por temor a daños en el tejido. Además, la tintorería es un servicio caro y planchar es uno de los quehaceres más aburridos en el hogar y que más tiempo nos quita en nuestro día a día.
Con este panorama, P&G y Whirlpool han lanzado Swash. Aparentemente es un armario. Un armario inteligente pero sencillo. Su funcionamiento se basa en la utilización de una pastilla- elaborada a base de componentes químicos como humidificadores, agua y neutralizador de Ph-, que se disuelve sobre la prenda mientras la máquina eleva la temperatura hasta unos 90º, consiguiendo así reducir las arrugas y eliminar los malos olores de la ropa. Ah, ¡y en sólo 10 minutos!
Septiembre es el mes elegido para su lanzamiento en Estados Unidos por un precio de 499$. Una plancha verdaderamente cara.
Éste es el eslogan que define la esencia de Juan Valdez. Una marca de cafés de nacionalidad colombiana, que recientemente ha lanzado un nuevo concepto de tienda para llevar al consumidor a los orígenes de la cultura cafetera. “Orígenes” es un espacio que rinde homenaje a las regiones y a la labor de los cafeteros de Colombia en el que sólo se ofrecen cafés con orígenes diferenciados como Huila, Antioquia, Cauca o Santander.
La esencia de este establecimiento, lejos de ser una cafetería convencional, se basa en el uso de los orígenes de finca y de las diferentes técnicas del café filtrado que dotan al café de aromas y sabores únicos. El agua, el sol y la personalidad de los caficultores Colombianos, hacen que cada región produzca un café inigualable, lo que se traduce en una experiencia igualmente inigualable para el consumidor.
El cuidado del espacio se plasma en el uso de mesas en madera 100% sostenible proveniente del cafeto, una sala de cata y tertulias, así como zonas de trabajo. Juan Valdez ha sabido ligar su producto a la tradición colombiana y traspasar fronteras, haciendo de su marca un icono nacional, involucrando siempre a los productores colombianos en su éxito.
Hay marcas a las que les gusta experimentar, pues es la única manera de innovar y anticiparse a los cambios. Alpina, líder en productos lácteos en Colombia, ha decidido no esperar con los brazos cruzados viendo como las marcas del distribuidor ganan cuota. Inspirándose en aquellos campesinos que se acercan a las ciudades a vender sus productos, la marca ha lanzado varias tiendas propias en Bogotá, llamadas Alpina Market, donde los fans de la enseña encuentran toda la variedad de yogures, postres, arequipes, zumos y leches, además de productos que no se encuentran en las tiendas tradicionales.
La compañía premia a sus clientes con precios más bajos que en los supermercados. Este nuevo concepto de tienda persigue que los consumidores tengan un contacto directo con la marca y empezar a entender cómo construir un canal propio que apoye a la marca y a la sostenibilidad de los ingresos. Este modelo, para marcas de fabricantes fuertes, no es descabellado, y seguramente veremos iniciativas parecidas en los próximos años. Ejemplos similares, aunque no tan ambiciosos, son las yogurterías de Danone o los puestos de perritos calientes de Oscar Mayer (Campofrío).
Deoleo ha posicionado en los lineales de los supermercados un nuevo producto bajo su reconocida marca Carbonell. Se trata de un preparado graso basado en aceites de semillas (98%) y aceite de pescado refinado (2%).
Carbonell Olys surge como solución a una tendencia mundial en el mundo de la alimentación y en la que Deoleo parece hacer hincapié en su nueva estrategia: la salud. Este nuevo aceite afirma en su packaging que “se necesitan ácidos grasos para el crecimiento y el desarrollo de los niños” y que “el omega 3 contribuye a una función cardíaca normal”. Un nuevo aceite centrado tanto en la salud de los niños como en la de los mayores.
Gregorio Jiménez López, asesor de estrategia e innovación de Deoleo, asegura que “el aceite de oliva, como grasa monoinsaturada, es perfectamente sana como sustitutivo de las grasas saturadas o de la mantequilla, pero carece de funcionalidades, por lo tanto, tenemos que complementarlo con ácidos grasos esenciales, y sobre todo con grasas altamente saturadas, grasas poliinsaturadas, como el DHA de los ácidos grasos omega 3”.
Este producto quizá tenga más sentido en zonas geográficas en las que el consumo de aceite de oliva no sea tan elevado como en España. En el norte de Europa o EEUU, zonas consumidoras de aceites de semilla, Olys podría impulsar la marca y competir en la categoría, siempre y cuando el precio de venta sea inferior al del aceite de oliva.