Recientemente asistí a una interesante conferencia impartida por Peter Brabeck-Letmathe, presidente emérito de Nestlé, al hilo de la presentación de su interesante libro “Nutrición para una vida mejor”, publicado por AECOC y el Instituto Internacional San Telmo. Recomiendo que lean el libro si quieren entender mejor la visión que tiene sobre el futuro de la industria este histórico líder y artífice clave de la evolución de la empresa suiza en las últimas décadas.
Os dejo aquí algunas de las ideas expuestas por el autor que más me llamaron la atención, tal cual las anoté, casi literales y sin demasiada edición.
· Los Millennials son la primera generación que está dispuesta a pagar más por la alimentación, pero eso sí, exigen una calidad superior.
· La industria alimentaria tiene que ser parte del sistema de salud de los países. Y para recobrar parte de la credibilidad que ha perdido, debería buscar una regulación más estricta y aportar más rigor científico a un debate donde abunda la confusión (en los medios, entre los consumidores).
· No hay productos malos per se, depende de la cantidad. Sin abusar, sal y azúcares, por ejemplo, son necesarios. Dicho esto, la industria tiene que reformular muchos productos que son una bomba calórica para las necesidades de las personas, más volcadas en trabajos ‘intelectuales’ que en trabajos donde prima el esfuerzo físico. El
consumo de carne es bueno sin duda, si es adecuado.
· No se puede prolongar el tratar a los animales como cosas, habrá que darles mejor trato, más espacio, etc.
· El debate de los alimentos modificados genéticamente (GMO) está cargado de emociones, no tanto de racionalidad. La tecnología es buena y muy eficaz en aumentar la productividad agrícola, pero la batalla en la opinión pública está casi perdida. No está demostrado que los GMOs sean perjudiciales para la salud. Todos los años mueren
varias decenas de personas en Alemania por consumir productos orgánicos, pero nadie ha muerto intoxicado por productos GMO. El carácter de monopolio de las semillas, en cambio, es plenamente debatible y discutible. Curiosamente, en Europa su uso está prohibido, aunque están en muchos emulsificadores.
· El agua es limitada y como recurso está sobre-explotado. La industria de alimentación tiene que afrontar mejor este reto.
· El desperdicio alimentario es un problema serio y la responsabilidad recae en todos los actores: industria, políticos y consumidores.
· En los próximos 20 años, la alimentación de precisión derivada de las investigaciones con el microbioma y la genética van a ser decisivas en la transformación de la industria hacia un modelo enfocado en la salud, más allá de la alimentación.