Cuando en abril presentamos nuestra actualización de The Green Revolution 2019, descubrimos que entre los consumidores Veggies hay cierta insatisfacción en muchas categorías de productos. Entre ellos, los helados destacaron por el alto índice de descontento de los consumidores. Poco después estábamos probando una nueva marca de helados en nuestras oficinas de la que estábamos seguros que casi ningún Veggie pondría pegas. Probamos sus cinco sabores, desde los más novedosos como el Straccia-Coco y Mango Tropical hasta los clásicos como el chocolate o la avellana y no sabríamos con cual quedarnos porque están todos fantásticos. Detrás de este proyecto están Luke Saldanha y Pepe Biaggio, dos emprendedores que crearon Pink Albatross para poder ofrecer un helado Plant Based lo más natural posible a los consumidores. Ahora acaban de ser aceptados en la aceleradora ProVeg en Berlín donde esperan poder escalar en un negocio que ya ha asentado unas bases sólidas a día de hoy.
Somos una pequeña startup que ha nacido con la intención de crear helados elaborados con ingredientes mínimamente procesados de origen vegetal y sobre todo pensados para los amantes de los helados, sean consumidores veggies o no. Nuestra ambición parte de ofrecer un producto coherente con nuestros principios, filosofía y salud. Nos toca de forma directa ya que Luke es vegano desde hace más de cinco años y no encontraba un helado vegano que no tuviese gran cantidad de ingredientes artificiales y Pepe buscaba un helado que pudiese consumir su hija que sufre diversas alergias y que fuese natural y sano.
Es muy habitual encontrar emulgentes y estabilizantes en los helados, por eso llevan esa cantidad de E-aditivos-. El más habitual y común es el mono y diglicéridos de ácidos grasos, que está hecho en laboratorio y hasta los helados artesanos lo tienen y eso es justo lo que nosotros no queríamos. Nosotros optamos por buscar las texturas mediante la formulación, no mediante solventes o químicos.
Sí, la razón por la que dibujamos los ingredientes es muy simple: si un ingrediente no lo podemos dibujar es que no lo podemos usar, esa es la mejor forma de entender nuestro producto porque, una maltodextrina por ejemplo, no sé cómo es y no podría dibujarla, pero la fibra de naranja sí que te la puedo dibujar y por eso la incluimos.
No, la fibra de naranja es lo que nos ha permitido sustituir varios de estos químicos, porque da estructura al helado y absorbe agua. La cantidad que lleva es muy pequeña y se trata simplemente de la piel transparente interna de la naranja que se seca y se tritura. Descubrimos que su capacidad de absorción de agua era espectacular y nos ayudaba a conseguir una buena textura.
A base de ensayo y error, lo encontramos por el camino. Hay muchas otras fibras naturales como la goma guar, pero por el nombre y por lo que comentábamos de poder dibujar los ingredientes, la descartamos. Hemos estado mano a mano probando y probando las recetas hasta que estuvimos contentos con los resultados.
Todos los helados tienen una base común de leche de coco, leche de anacardo (que hacemos nosotros mismos), dos tipos de azúcares, dos aceites (girasol y coco) y la fibra de naranja, eso es la base y después varían según el sabor.
Nunca estuvimos buscando un producto bajo en calorías, queríamos un producto lo más natural posible y que cuidase el sabor y el disfrute, que es lo que buscas en un helado. Para hacerlo light lo que tienes que hacer es inflarlo de aire y así reduces las Kcal, pero no buscábamos eso.
Por otro lado, queríamos hacer helados de verdad y eso conlleva tener la cremosidad de un helado. La mayoría de helados de frutas, como el nuestro de mango, que hay en las heladerías son sorbetes, y eso no es lo que estábamos buscando. La salud viene desde la naturalidad de nuestros ingredientes.
No queríamos agobiar con mucha información y lo primero que queríamos era que el consumidor se acercase al producto por el producto en sí mismo, por ser un buen helado. Luego, que el consumidor vea cuales son los ingredientes, que son a base de plantas y en último lugar, aptos para veganos porque los veganos ya tienen el conocimiento de que los ingredientes que tiene son aptos para ellos y el resto de consumidores se acercará al producto por otros motivos.
Sí, ha sido un camino tedioso especialmente con el tema del envase pero bueno, hemos aprendido mucho. Cuando eres pequeño todo es muy complicado y tienes que estar presente y atento a todo el proceso. Miras hacia atrás y parece un milagro que estés donde estás después de haber empezado de cero. Hemos hecho todo puerta a puerta, desde el fabricante a los clientes.
Yo veo muchas posibilidades de ampliación de la línea de producto, nuestra filosofía se puede llevar a un montón de categorías que están sin explotar como: galletas, tartas y barritas de cereales, que tienen mucha porquería y la gente empieza a mirar los ingredientes. Queremos ver más allá del producto vegano y pensar en sostenibilidad y naturalidad, porque el producto se presta a ello. Y, por qué no, ampliar nuestro mercado a otros países.
Al final es un reto abstraerte de la realidad y del ruido del día a día, pero es interesante intentar ver las cosas con perspectiva, pensar en dónde quieres estar en el futuro y a largo plazo.
A día de hoy estamos vendiendo nuestros helados en 14 restaurantes y 12 puntos de venta en Madrid, que podéis consultar en nuestra web. Aunque a corto plazo tenemos el objetivo de estar presentes en todas las ciudades españolas, por ahora estamos ya ganando presencia en ciudades como Sevilla, Barcelona, Málaga, y Valladolid. Y por supuesto, ampliar la oferta de sabores.
Luke Saldanha viene del mundo financiero en Nueva York y volvió a Madrid para cumplir su sueño con Pink Albatross. Pepe Biaggio buscaba un mundo de colores y sabores que no tenía anteriormente como consultor de transformación digital. Hoy, trabajan mucho y son felices haciendo helados que están riquísimos.