Hoy les propongo un juego, un artículo atípico. Vamos a vislumbrar el futuro del sector de la Alimentación a través de recortes de prensa ficticios tal cual se podrían publicar en el 2025. En Lantern trabajamos con empresas para que innoven más y mejor. Por eso hemos ‘encendido la linterna’ anticipando los profundos cambios que vienen, de los cuales damos buena cuenta en el informe, ya disponible en nuestra web, “Food Revolution: innovación en la intersección de la comida, la tecnología y los cambios sociales”. Aquí van un puñado de textos salidos de nuestra imaginación, pero basados en lo analizado en nuestro informe. No es ciencia ficción, es casi el presente, y les aseguro que empresas punteras a nivel mundial ya están evaluando cómo prepararse para esta ola de cambio que se avecina y que aquí relatamos.
La multinacional de comida rápida anunció ayer, en un golpe de mano que no ha sorprendido ni a expertos del sector ni a analistas de Wall Street, la compra de la firma californiana Beyond Meat, uno de sus principales proveedores globales. Esta firma, fundada en 2009, es líder mundial en la creación de productos ‘cárnicos’ fabricados a partir de proteína vegetal. El éxito de Beyond Meat, que en pocos años ha logrado introducirse en restaurantes y lineales de supermercados en EEUU y Asia, radica en su capacidad de crear imitaciones perfectas en cuanto a textura y sabor de clásicos ‘carnívoros’. En 2015 lanzaron su Beyond Burger, una hamburguesa 100% vegetal que conquistó el corazón no solo de vegetarianos, sino también de numerosos amantes de la carne de vacuno, y que hoy detenta el 14% de cuota del mercado de hamburguesas en EEUU. Beyond Meat, mediante el estudio de la función de las proteínas en la carne convencional y de las propiedades de infinidad de proteínas de origen vegetal, es capaz de reconstruir productos con propiedades no ya idénticas, sino mejoradas (menor nivel de colesterol, grasas óptimas, mayor duración en lineal, etc.). McDonalds, ante la rampante escalada de costes de materia prima cárnica y el deseo de los consumidores globales de comer alimentos sanos y con bajo impacto medioambiental ha optado por este movimiento corporativo que multiplica con creces la apuesta de los inversores que apoyaron Beyond Meat desde sus comienzos: Bill Gates, Biz Stone y Evan Williams (co-fundadores de Twitter) y el fondo de capital riesgo Kleiner-Perkins.
La empresa española SuperFoody acaba de firmar un acuerdo nacional de distribución con WholeFoods mediante el cual venderá sus barritas nutricionales en el mercado norteamericano. La visión de esta firma no puede estar más lejos del rumbo seguido por grandes empresas de alimentación, empeñadas en lanzar alimentos funcionales mediante procesos de adición ‘artificial’ (¿os acordáis de aquellos yogures que había hace años que supuestamente reducían el colesterol?). SuperFoody, en cambio, recurre a la madre naturaleza para crear barritas energéticas y nutritivas, investigando a fondo las propiedades de materias primas como el teff, la quinua, la raíz de maca, las algas, las medusas, etc. Sus barritas Cricky, uno de sus superventas, se elaboran mediante harina de grillo tostado, por lo que contienen un altísimo contenido de proteína que atrae a deportistas y obsesos de la salud. Aunque el consumo de insectos sigue encontrando barreras culturales, según un estudio global de la consultora de innovación Lantern, se estima que un 8% de la población norteamericana consume proteína de insecto habitualmente, un 33% en Asia y un 6% en la UE. Todas estas cifras doblan las obtenidas hace diez años. Ante el imparable crecimiento de la población mundial, que en 2050 alcanzará la cifra de 9.600 millones, cada vez son más populares las dietas que incluyen proteína de insecto. Para generar 31 gramos de proteína de grillo se requieren 3 litros de agua y dos sacos de pienso. Para 22 gramos de proteína de vaca, 2.000 litros y 25 sacos, con un enorme impacto de emisiones de CO. Las cifras cantan (o mugen).
Tras realizar varios pilotos en ciudades del mundo, desde hoy los consumidores españoles ya no tienen que preocuparse de revisar las alacenas de la cocina para ver cuántos refrescos quedan en casa antes de ir al súper. Coca Cola está incorporando microsensores a sus envases, de modo que los usuarios reciben en sus móviles una señal que indica el número de litros remanente y una señal de alerta cuando solo queda 1/2 litro de Coca Cola. En breve veremos como numerosas empresas de gran consumo empiezan a incorporar internet de las cosas en sus productos y estrategias de marketing. Amazon acaba de lanzar una aplicación, ‘MyKitchen’ que monitoriza todos los niveles de stock de alimentos y otros productos en las casas, genera listas de la compra automáticas y ofrece descuentos y cupones para generar compra directa en su división de supermercado online AmazonFresh. Amazon es ya un actor formidable de distribución de alimentos a nivel mundial. En España detenta una cuota del 10% del negocio online de alimentos, cifra no desdeñable aunque lejos del 30% en los EEUU.
Kubo acaba de recibir una ronda de inversión de 33 millones de euros, incluyendo a Mercadona y fondos de inversión privados. Esta empresa valenciana utilizará los fondos para su expansión internacional y para lanzar nuevos productos. Zytrik, la primera solución de la empresa en el mercado, consiste en una serie de nano-robots que se instalan en los cultivos de cítricos y que ya están ampliamente utilizados en el Levante español. Como si fuese una legión de insectos, los robots monitorizan la salud de los cultivos y su rendimiento emitiendo datos de clima, plagas, crecimiento y dulzor de la fruta a los servidores centrales de Kubo. Mediante el análisis de toda el big data acumulado, Kubo consigue ofrecer soluciones avanzadas a los agricultores para mejorar su producción, servicios de gestión de cultivos y seguros adaptados a cada agricultor. Artículo previamente publicado en Revista Aral
