Un Top 6: porque Japón lo vale

Las tendencias en el mundo del diseño y en el de la gastronomía.
06/2016
Un Top 6: porque Japón lo vale

Como parte del equipo de Lantern he tenido la inmensa suerte de poder viajar al país del sol naciente, uno de los territorios que mayor interés despierta en lo relacionado con las tendencias en el mundo del diseño tanto como en el de la gastronomía. Pues bien, a continuación os dejo unas pinceladas de varios temas relacionados con ambas disciplinas que realmente me han llamado la atención en mi reciente visita a Japón.

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1) Minimal chocolate

Este local de pequeñas dimensiones y escondido entre bloques de edificios residenciales es uno de los sitios más punteros en lo referente al mundo del cacao. Minimal Chocolate forma parte de lo que se denomina ‘bean to bar’ una corriente que aglutina a productores de chocolate, que al igual que ha ocurrido en el mundo de la cerveza artesanal o del café con los baristas, apuestan por la fabricación artesanal de este producto, controlando todo el proceso, desde la relación con los productores en el país de origen, hasta el tueste y posterior procesado de los granos de cacao. Lo mejor de todo, aparte del irresistible sabor de sus chocolates y el olor que impregna el local, es que se puede disfrutar del proceso completo de elaboración in situ.

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2) La delicadeza de los envases 

Bien es sabido que la cultura nipona se caracteriza por un diseño excepcional, de líneas sencillas pero no por ello simplonas o sin interés. Es un diseño humilde, sosegado y limpio, que con pocos elementos logra el máximo impacto sin restar importancia al contenido, y esto se aprecia sin duda alguna en sus envases y papelería. Llama particularmente la atención la delicadeza que emplean en el envoltorio de dulces y golosinas, que como si de piezas de joyería se trataran exhiben el producto de tal modo que logran otorgarle la importancia y contexto que requiere.

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3) La fiebre de los cono-crêpes 

El barrio de Harajuku en Tokio es considerado uno de los principales epicentros de tendencias del país. Es suficiente con pasear por sus calles para enriquecernos con lo variopinto de sus gentes, locales comerciales y cafeterías. De hecho, uno de los conceptos gastronómicos que más despertó mi interés fue Santa Monica crêpes: un templo para los amantes de este producto de origen francés al que le han dado el punto canalla que quizás necesitaba. Lo curioso de esta tienda es que lo sirven a modo de cucurucho para degustar ‘on the go’ pudiendo elegir entre decenas de sabores, ingredientes y rellenos distintos, tanto dulces como salados. No es de extrañar que ya hayan surgido varios locales con conceptos similares en los alrededores.

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4) El omnipresente vending

Seguro que hemos leído y escuchado multitud de veces la fuerte presencia que tienen las máquinas de vending en el país. Desde las que nos ofrecen bebidas clásicas a las que nos permiten degustar hamburguesas recién hechas. Pues bien, es cierto, están por todos lados; no solo en las típicas zonas más comerciales donde el tránsito de clientes está asegurado, sino que también las encontraremos en zonas residenciales y rurales. De hecho os dejo una imagen de un vending bastante particular, en una pequeña aldea de una zona montañosa. En este caso aprovechan el agua fría del riachuelo para mantener las bebidas en su temperatura óptima.

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5) Experiencias gastronómicas en retail

Una de las tendencias que se observa últimamente en retail y que cada vez siguen más  grandes marcas, independientemente del sector en el que operen,  es la oferta de espacios gastronómicos para sus clientes. Estos locales nos permiten disfrutar de un momento de tranquilidad durante un intenso día de compras y hacer un break disfrutando de algo rico. En este caso pude refrescarme con una soda de melón con nata en el restaurante de Muji, la cadena de tiendas emblema del diseño japonés.

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6) De luces y de sombras

El elogio de la sombra, de Junichiro Tanizaki, es sin duda alguna una de mis lecturas favoritas, un breve manifiesto sobre la estética japonesa. En él se detallan los elementos sobre los que ésta se ancla, en contraposición a los empleados en occidente, para realzar la verdadera belleza de objetos y lugares, y que de forma muy clara he podido observar en las pequeñas izakayas a lo largo del país. Estos lugares son pequeños restaurantes en los que a veces sólo hay aforo para 6 o 7 personas, con una atmósfera tan especial y particular que sólo allí he podido disfrutar de ella. La madera de sus puertas, barras y mesas, y la cerámica irregular de sus vajillas son elementos fundamentales de la magia que allí se genera. Todo ello matizado muy sutilmente con la calidez de las tenues luces y sombras empleadas.