En octubre de 2020, Lantern publicó un estudio sobre los efectos de la COVID-19 en la industria alimentaria del sur de Europa, en colaboración con EIT Food, la principal iniciativa de innovación alimentaria en Europa y un organismo de la Unión Europea. El estudio se llevó a cabo en cinco países y en cinco áreas distintas de la industria. Entrevistamos a expertos en el sector primario, la producción y la cadena de suministro, la hostelería, el retail y la I+D+i en Portugal, España, Italia, Grecia y Turquía.
A través de la metodología speculative futures, desarrollamos dos grupos de escenarios futuros posibles: uno a corto plazo, mientras siga la pandemia, y otro a medio plazo, después de que la pandemia finalice. El primer grupo se desarrolló sobre los ejes de la recuperación económica y el control de la pandemia, y el segundo sobre los de los cambios industriales y los cambios sociales que se puedan producir. Establecimos tres escenarios para cada uno de los dos horizontes temporales, que después desglosamos en impactos y oportunidades en las cinco áreas mencionadas.
Basándonos en estos escenarios, generamos recomendaciones relacionadas con la venta en línea y los tipos de alimentos a producir, entre otras, e identificamos oportunidades clave como dark kitchens y dark supermarkets en áreas como la digitalización y la mecanización.
En cualquier caso futuro, hay medidas concretas para continuar, cesar o comenzar de forma inmediata para prepararse. Es esencial continuar centrándose en las actividades principales, reforzando vínculos con clientes actuales, creando experiencias seguras y positivas, reforzando la propuesta de valor y ofreciendo productos y experiencias saludables y convenientes.
Consecuentemente, hay otras áreas no clave o perjudiciales que deben ser eliminadas, como cualquier elemento que cree una sensación de inseguridad para los stakeholders, productos poco saludables o sostenibles y contextos que no ofrezcan flexibilidad para el teletrabajo.
Por último, recomendamos poner en marcha lo siguiente si no lo está aún: mejoras en agilidad y rapidez, inversiones en capacidades digitales en soluciones direct-to-consumer, una mayor inversión en I+D en salud y seguridad alimentaria, la creación de nuevas experiencias de consumo, la revisión del impacto en el entorno (tanto en las personas como en el planeta) y la integración del propósito del negocio en el core de la estrategia y la ejecución.
Haz clic en “download the South Foresight” en el siguiente enlace para leer el estudio en inglés: https://www.eitfood.eu/projects/food-foresight