Entrevistamos a Sacha Michaud, co-fundador de Glovo

Cómo Glovo se ha convertido en una de las aplicaciones de mensajería colaborativa más utilizadas.
03/2017
Entrevistamos a Sacha Michaud, co-fundador de Glovo

En poco más de dos años Glovo se ha convertido en una de las aplicaciones de mensajería colaborativa más utilizada. De la necesidad de enviar o recoger pedidos en la propia ciudad, como si lo hicieras tú mismo, surgió la oportunidad para crear este servicio de éxito. Si como nosotros quieres saber más sobre este negocio que está revolucionado el mundo de la mensajería, no te pierdas nuestra conversación con Sacha Michaud, uno de sus co-fundadores.

¿Qué ponía en la servilleta famosa de Oscar Pierre que supuso el comienzo de esta aventura?

Me presentaron a Oscar en diciembre 2014, él ya estaba creando Glovo y yo estaba planeando lanzar un proyecto muy parecido con algunos inversores. Él me encantó y le ofrecí unirme al proyecto y hacerlo juntos…

¿Cómo es vuestro modelo de negocio? ¿Cómo se monetiza la app Glovo?

Glovo es una revolución del “anything delivered now”. Nuestra plataforma tecnológica funciona siguiendo una estructura de tres patas: conecta el usuario (consumidor) con una tienda, comercio o restaurante de su ciudad para hacer el pedido y luego los conecta con uno de nuestros glovers, mensajeros independientes, que se encargan de hacer el recado de forma personalizada y flexible. Cobramos un fee de servicio, más una comisión a nuestros partners sobre el coste del producto o artículo.

¿Cómo de escalable es el modelo? ¿Cómo sabéis si un país o ciudad es atractivo para vosotros? ¿Qué dato os sirve para tomar la decisión?

El modelo de Glovo funciona muy bien en: - Ciudades grandes, innovadoras, cosmopolitas. - Ciudades con más de 500k habitantes. - Millennials es un target de usuario muy afín. Quedan muchas ciudades en Europa de este perfil.

¿Qué categorías de producto pueden enviarse por Glovo? El límite legal o ético ¿quién lo determina y cómo se transmite a los clientes?

Glovo es una app que reinventa la forma de pedir los recados, y permite pedir literalmente, lo que quieras. En nuestra app tenemos las categorías de: comida, fast-food, snacks & bebidas, hacer la compra en el supermercado, farmacia, regalos & más, mandar algo y la varita “lo que sea”. Los términos y condiciones establecen lo que se puede usar en Glovo. Los Glovers son profesionales independientes y son muy consientes lo que pueden llevar y no, tanto a nivel producto como tamaño. Al final solo operamos con motos y bicis.

Bajo vuestro punto de vista, ¿habéis creado una necesidad o habéis dado una solución a un problema real?

La gente hoy en día no quiere esperar 1 ó 2 días en recibir un envío, lo quieren cuanto antes y lo más rápido posible. Ahí es donde Glovo se diferencia. Nuestro tiempo de entrega es de una media de 25 minutos, y los servicios de mensajería no pueden ofrecer este tipo de envio, ya que son demasiado grandes y no envían “cualquier cosa”, en cambio nosotros sí. Nuestros usuarios utilizan Glovo una media de 3 veces por mes, lo que nos indica que hemos establecido un interés y necesidad crecientes en hacer recados urgentes.

¿Cómo trabajáis la experiencia de cliente en Glovo? ¿Cómo generáis confianza en el servicio?

Nuestra máxima prioridad es realizar un servicio de calidad de forma rápida y la tecnología nos ayuda mucho en este sentido. La aplicación móvil de Glovo integra en su funcionamiento la geolocalización GPS. De esta manera, la app es capaz de detectar al glover más cercano, lo que se traduce en una optimización de los recursos al ahorrar en gasolina y reducir el impacto medioambiental. Por suerte, las ciudades europeas son muy compactas y permiten que puedas cruzarlas de un extremo a otro en moto o bici en menos de 30 minutos. Para garantizar la seguridad y confianza de los usuarios, Glovo, además de cuidar la selección de glovers, cuenta con un seguro que cubre la mercancía y permite, a través de la aplicación móvil, que el usuario pueda localizar y seguir su pedido durante todo el trayecto. Entre otras características, como muchos servicios basados en la economía colaborativa, nuestro sistema de valoraciones nos va muy bien. Asegurar un buen servicio a nuestros clientes y para nuestra comunidad de glovers es un aliciente, ya que incentivamos económicamente a los que logran mejores valoraciones.

¿Dónde está tu punto de diferenciación frente a Deliveroo, Stuart, Foodora, Postmates en EEUU…?

El valor diferencial de Glovo es que ofrece un servicio rápido, económico, fácil y personalizado. En menos de 60 minutos, los usuarios pueden recibir lo que necesiten de su ciudad: un ramo de flores, sushi, el cargador del móvil o un regalo. Mientras que los glovers reciben remuneración económica por su tiempo y su trabajo. La ventaja con otras empresas del sector es la tecnología que empleamos. Glovo funciona con una app, lo que la hace más rápida en todo. La mayoría de empresas están muy enfocadas solo en comida, nosotros llevamos de todo.

¿Qué opinas de Uber Eats o del servicio de Cabify Express que han lanzado recientemente? ¿Os preocupa?

Son servicios lógicos y cada vez habrá más plataformas de “on-demand” en nuestras ciudades. Es una tendencia con un potencial enorme, creemos que cuantas más empresas que se dedican a transformar la forma que compramos y usamos nuestras ciudades, mejor. Somos muy fan de Uber y Cabify. 

Por curiosidad, ¿qué pedido ha sido el más extraño en el último año? ¿Qué es lo que la gente pide más por Glovo? ¿Puedes contarnos alguna anécdota?

Una de las cosas más extrañas que nos han pedido es que vayamos a despertar a alguien. Aunque en ocasiones solo nos piden que llamemos al telefonillo hasta que se despierte la persona, lo normal es que el servicio incluya un desayuno, para que el despertar no sea tan brusco. Por ejemplo, una muñeca hinchable. "Pero no cualquiera, la más barata", apunta el cliente. Más cosas llamativas: una pierna ortopédica; llevar la plancha a reparar, "porque ya llevaba quemadas unas cuantas camisas"; comida, "no importa el qué, pero que acabe con la resaca"; una prueba de embarazo; recoger unos apuntes, fotocopiarlos, llevar las copias a una dirección y devolver los originales... Son algunas de las peticiones que hemos recibido. Ya no sólo es tema de comida lo que piden los españoles a domicilio, sino que durante este 2016, vemos cómo se suben al carro desde regalos de última hora, caprichos y hasta la solución a algunos problemas cotidianos en los que muchos nos identificamos. De hecho, solo un 50% de los pedidos de Glovo están vinculados a la restauración, mientras que el resto están relacionados con otras categorías como la electrónica, la farmacéutica o el pequeño comercio, entre otros.

¿Cómo están evolucionando los acuerdos con marcas de F&B y Retail para repartir a clientes? ¿Puedes darnos algunos ejemplos?

Por supuesto trabajamos para marcas o tiendas ayudándoles a repartir sus productos o mercancía dentro de la ciudad, pero en realidad la mayoría quieren estar dentro de nuestra app y poder vender sus productos a nuestra base de usuarios. Quieren tener su tienda dentro de Glovo.

¿Qué otras líneas de negocio tenéis previstas para desarrollar próximamente?

Ahora mismo estamos centrados en la evolución de la app y de nuestra plataforma tecnológica para ofrecer un mejor servicio y funcionalidades a nuestros usuarios. Estas mejoras incluyen poder mantener los tiempos de entregas a unos niveles tan bajos o incluso reducirlos aún más optimizando las rutas y la cercanía de las entregas. Vamos a continuar con nuestra expansión internacional, llegando a otras ciudades donde creemos que Glovo podría ser una necesidad y finalmente intentar que todavía más usuarios conozcan y utilicen Glovo.

¿Qué te quita el sueño? ¿Qué es lo que más te inspira a pelear por Glovo?

Enfocarnos en la calidad del servicio, que mantengamos la velocidad y calidad que hemos conseguido cuando seamos 10 ó 20 veces más grande... y seguir creciendo lanzando nuevas ciudades.

Sobre Sacha Michaud

Sacha Michaud, co-fundador de Glovo

Sacha Michaud es hombre de negocios. Lleva  fundando y dirigiendo empresas cerca de 20 años. Antes de embarcarse en Glovo, aparecen en su curriculum otros proyectos en España, Londres y Estados Unidos. Ente ellos destacan la creación de LatinRed, la presidencia de Jdigital o la dirección de Betfair Iberia.[one_block]